La enfermedad celíaca (EC) es un desorden caracterizado por anomalías en la estructura del intestino delgado y una intolerancia permanente al gluten (proteína del trigo y otros cereales) esta situación condiciona en ciertos individuos a desarrollar lesiones severas de la mucosa del intestino delgado proximal. Se da en personas con predisposición genética de todas las edades, desde la infancia hasta la vejez.
Síntomas de la enfermedad celíaca
Los síntomas más comunes de la Enfermedad Celíaca son:
- Gases
- Diarrea
- Dolor de estómago
- Cansancio
- Cambios en el estado de ánimo
- Pérdida de peso
- Crecimiento lento
Causas de la enfermedad celíaca
Cuando el gluten (presente en el trigo, el centeno y la cebada) entra en contacto con el revestimiento interno del intestino delgado se produce una reacción por la cual el sistema inmune ataca erróneamente a dicho revestimiento como si se tratara de un agresor externo. La mucosa del intestino delgado posee vellosidades, que son pequeñas proyecciones digitiformes sólo observables al microscopio. Estas vellosidades permiten disponer de una superficie mayor que la que se tendría si el intestino fuera plano; a través de esa superficie se absorben los nutrientes, como las vitaminas, el hierro y el calcio. En la enfermedad celíaca, estas vellosidades son atacadas por el sistema inmunitario, lo que provoca su atrofia progresiva y finalmente su desaparición. La consecuencia es que los nutrientes presentes en los alimentos pasan por el intestino sin ser absorbidos, lo que origina deficiencias de vitaminas y minerales, anemia y debilitamiento de los huesos (osteoporosis).
La enfermedad celíaca aparece en sujetos genéticamente predispuestos, es decir, tiene una incidencia familiar. Si tiene un progenitor, hermano o hijo con enfermedad celíaca, tiene un 10% de probabilidades de padecer la enfermedad. Si tiene un gemelo idéntico con enfermedad celíaca, sus posibilidades de desarrollar la enfermedad superan el 70%.
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